Pedirle cosas al año nuevo es como plantar una pata de jamón
y esperar a que crezca.
Tenemos que despertar, ponernos en movimiento y hacerlo ya.
Cada día que pasa es una oportunidad perdida para cambiar un poquito el mundo,
el sistema. Pero solo se conseguirá si lo hacemos en juntos.
Ayer participé en una conversación que me exasperó excesivamente.
Alguien decía: ¿Para qué voy a votar si
no creo en la política? Y es cierto, todos estamos muy desilusionados con
la panda de mamarrachos que nos gobierna, pero precisamente para eso, para
acabar con ellos y con su verborrea vomitiva, debemos desbancarlos del poder y alzar
el puño en alto. No soy seguidora de ningún partido político y, tras varios
intentos de comprender sus campañas electorales sigo si hacerlo. Podría
resumirlo en una frase, No sé lo que quiero.
Pero lo que sí sé es lo que no quiero.
No quiero más desahucios ni más compatriotas quitándose la
vida por temor a un futuro incierto.
No quiero más banco al poder con sus préstamos hipotecarios
y sus preferentes.
No quiero pagar con mis impuestos los viajes ni los regalitos
de los corruptos.
No quiero más listas de espera en los comedores sociales y
albergues.
No quiero tener que echar una moneda a alguien que está tirado
en la calle, ni pasar por encima de personas que duermen entre cartones cuando
voy a sacar dinero al cajero.
No quiero que los jóvenes de este país, la generación más
preparada de las últimas décadas, tengan que emigrar para labrarse un futuro.
No quiero representantes políticos hechos a sí mismos,
quiero gente preparada y formada para ello.
No quiero penas de cárcel irrisorias para quienes atentaron
contra la vida de los ciudadanos dignos de mi país.
No quiero ver a personas mayores buscando en los
contenedores de los supermercados.
No quiero más fronteras dibujadas con armas manchadas de
sangre.
No quiero que los niños se vayan a la cama con el estómago
vacío ni que sus madres lloren desesperadas culpándose de la situación precaria
en la que viven.
Podría seguir, eternamente…
Todo esto es lo que está sucediendo en mi país, aquel que de
niña me dibujaron glorioso y hoy es apenas un excremento de lo que quisieron
hacer de él.
Yo no tengo las soluciones, ojalá, pero aquellos que se
jactan de tenerlas deberían actuar, y hacerlo ya.
Echemos a nuestros gobernantes, que se sientan avergonzados,
que sufran en sus carnes la frustración y la impotencia que nosotros sufrimos.
Y que los que vengan detrás, aquellos que dicen tener soluciones para todo,
sientan nuestro aliento tras su nuca, noten la presión y la desesperación de
nuestro país y actúen en consecuencia. Sin piedad, sin oportunidades, sin
margen de error. Que lo hagan ya. O, definitivamente, España se irá a la
mierda.
Plas, plas, plas!!! No se puede decir mejor!
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola guapa, muy buena reflexión.
ResponderEliminarOjalá todo el mundo se uniese para hacer frente a un problema que es de todos los españoles. Besitos!