Me dejo caer poco por estos lares, a la vista está cómo ha descendido mi historial de interacciones blogueras. Conservo muchos amigos que conocí por estas páginas y mantengo todo el contacto que puedo con ellos. Otros se fueron quedando por el camino, seguramente por aquello de "si no me lees y me comentas, yo tampoco lo haré". Pero creedme si os digo que es mucho mejor así. Ahora sé que quien está es porque quiere estar. No tengo edad, ganas, ni tiempo para mantener relaciones por interés de ningún tipo. Aunque sea poco, quiero que todo lo que me rodee sea real.
Una de las cosas que me propongo para la nueva etapa que está por llegar es prestar más atención a este rincón que desde hace tiempo tengo bastante abandonado. De sobra sabéis que estáis más que invitados a acurrucaros entre letras junto a mí, con el aroma de un buen café y la melodía de todas las letras que están por escribir. Siempre os esperaré con los brazos abiertos. Lo cumpliré, prometo poner todo mi empeño, ya que este año paso de plantearme eso de dietas, gimnasios y dejar de fumar porque sería mentirme. Concentraré mi esfuerzo en las letras y las buenas historias.
Os deseo a todos unas felices fiestas, que disfrutéis de vuestra familia y amigos y añoréis en su justa medida y siempre con una sonrisa a los que no están. Sed felices y amad a las letras. Los libros siempre son la salvación.