lunes, 6 de febrero de 2017

Pan de limón con semillas de amapola, de Cristina Campos

                           SINOPSIS

Durante el invierno de 2010, en un pequeño pueblo del interior de Mallorca, Anna y Marina, dos hermanas que fueron separadas en su juventud, se reencuentran para vender una panadería que han heredado de una misteriosa mujer a la que creen no conocer.
Son dos mujeres con vidas muy diferentes. Anna apenas ha salido de la isla y sigue casada con un hombre al que ya no ama. Marina viaja por el mundo trabajando como cooperante de una ONG.
Mientras intentan desentrañar el secreto que encierra su herencia, tendrán que hacer frente a los viejos conflictos familiares, a la vez que intentan recuperar los años perdidos.
Esta novela es una historia sobre la amistad femenina, sobre secretos guardados y recetas de pan olvidadas. Pero, sobre todo, es la historia de unas mujeres que aprenden a decidir, con libertad, sobre su futuro.

OPINIÓN PERSONAL

Hacía muchísimos meses que no escribía una reseña. Siempre me he justificado con la falta de tiempo, pero otro de los factores que me frenaba a ello era la calidad literaria de las novelas que he leído en los últimos tiempos. ¿Para qué reseñar una novela que dentro de unos meses, quizá semanas, apenas vas a recordar? Me he zampao cada ladrillo…
Pues bien, por fin ha llegado a mis manos un libro que ha despertado mi necesidad de contarle al mundo lo que me ha hecho sentir, y esa novela es Pan de limón con semillas de amapola. Un libro que cayó en mis manos por casualidad, que me encontró a mí y no yo a él, una lectura que se tornaba necesaria para saciar mis ansias leyentes, esas que hace tiempo dejaron de vibrar con el pasar de las páginas. Os cuento el porqué.
Como habréis leído en la sinopsis, no estamos frente a una novela de escritura enrevesada, de esas que exigen concentración en la lectura y tras la cual se esconde una trama trepidante. Me atrevo a decir que es todo lo contrario; una novela ligera, sencilla y fácil de leer, y aunque parezca increíble viniendo de mí, esto, entre otras cosas que os cuento a continuación, es lo que me ha enamorado de ella.
Los personajes, del primero al último, son tan necesarios como creíbles. Se nota que la autora es directora de casting, pues no podía haber encontrado mejor elenco para esta maravillosa obra. No sé si os ha pasado alguna vez eso de encontraros con personajes que os cuentan más allá de lo que el autor ha redactado sobre ellos. De los que se salen del papel que les ha sido adjudicado y te cuenta a su manera, a corazón abierto, las vivencias y los sentimientos que les toca transmitir en ese momento. Cuando existe esa sintonía entre ellos y el lector es algo mágico, algo que se escapa del campo narrativo y cuyas consecuencias, ni siquiera el propio autor, puede controlar. Pues sí, esta novela es de esas, de las que caminas de la mano con los personajes, te sientes parte de sus vidas y sufres al no poder hacer nada cuando las cosas se tuercen. Quizá esta sensación la cause el hecho de que todos hemos conocido, incluso me atrevo a decir querido, a gente como la que se describe en estas páginas, personas con inquietudes, miedos, inseguridades, sueños por cumplir, arrepentimientos… ¡Cuánto echaré de menos la compañía que me han hecho durante estos últimos días!
Siempre he dicho que mi olor favorito es el olor a libro. Estoy convencida que es un aroma que a vosotros también os gusta, ¿verdad? Pues imaginad que al abrir el libro comienza a oler a pan recién hecho, pan casero, ese olor que eriza el vello y alimenta el alma. En ocasiones, esa fragancia se transforma en brisa marinera, en arena de playa, en salitre… ¿Mola, eh?
Otra de las cosas que no puedo dejar de aplaudir es la manera que la autora tiene de narrar sensaciones. En ocasiones he tenido que frenar la lectura para tomar aire… Es tan difícil plasmar en el papel esos sentimientos que a veces no somos capaces ni de explicar con palabras… Otras veces me he sentido estar invadiendo la intimidad de los personajes, algo así como cuando entras en una habitación sin llamar y se crea una situación incómoda al darte de bruces con algo con lo que no esperabas encontrarte, y todo esto solo se consigue con un estilo narrativo brillante y mucho, mucho amor por lo que haces. Justo lo que tiene Cristina Campos.
Como es habitual en mí, no desvelaré nada de la trama, es algo que tendréis que descubrir vosotros cuando leáis la novela, lo que sí diré es que no esperéis sorpresas, simplemente dejaros llevar por la lectura y no emitáis un juicio hasta que no lleguéis a la última página. Veréis como el vuestro no distará mucho de todo lo que os he contado.

SOBRE LA AUTORA

Cristina Campos nace en Barcelona en 1975. Es licenciada en Humanidades por la Universidad autónoma de Barcelona. Acaba sus estudios en la universidad alemana de Heidelberg, donde también trabaja como coordinadora del Festival Internacional de Cine de dicha ciudad. Tras regresar a su país natal comienza su carrera laboral en el sector cinematográfico. Desde hace diez años se dedica a la dirección de casting de largometrajes y series de televisión. Actualmente compagina su trabajo en el sector audiovisual con su pasión por la escritura. Pan de limón con semillas de amapola es su primera novela.

CONCLUSIÓN FINAL

En resumen, Pan de limón con semillas de amapola es esa novela que, a todas luces, me hubiera gustado escribir. Creo que con eso, lo digo todo.