Soy autora, tengo una obra a la venta en Amazon y varias
guardadas esperando el momento oportuno para sacarlas a la luz. ¿Por qué no
publico en estos momentos? Pues porque la situación actual entre los autoeditados
no es normal, y me explico.
Claro que todos tenemos derecho a escribir, publicar y
vender, ¡faltaría más! pues la generosidad de los lectores nos permite estar
ahí. Pero antes que escritora soy lectora, siempre lo he dicho y así quiero que
se me reconozca.
En mi día a día convivo con un libro entre las manos, no
concibo la vida sin enriquecerme y llenarme de las historias, esas fantásticas
fábulas y mentiras, que salen de la pluma de gente a la que admiro.
Pero la vorágine en la que estamos inmersos actualmente me
impide lanzarme al mar, pues sé que acabaré perdida entre las olas. ¿Por qué?
Pues porque no valgo para poner zancadillas, menospreciar el trabajo de los
demás ni hacer sombra a nadie. Y mucho menos bombardear al personal con mis
constantes súplicas. Mis técnicas de promoción no van más allá de escribir
publicaciones en las redes sociales para hacerme visible y poco más. «Pues
utiliza otras», pensaréis. Creedme que bien podría hacerlo, como Community Manager herramientas no me
faltan, y me avala mi trabajo y las campañas de promoción que he realizado para
otros autores; pero sé hasta dónde puede llegar un libro de relatos y no
pienso tensar la cuerda. Me niego a escribir a mis contactos, uno por uno, un
privado pidiendo que me lean. Si son mis amigos en Facebook, entiendo que ven
mis publicaciones y doy por hecho que ellos decidirán si quieren leer mi obra o
pasan de largo. Pero bajo ningún concepto los voy a comprometer por el hecho de
que seamos amigos, esto no les obliga.
Estoy hablando con total conocimiento de causa. Soy bloguera
desde hace muchos años y como lectora he recibido ofertas de todo tipo; y las
voy a contar.
Estas ofertas van desde las proposiciones editoriales tipo
«yo te regalo libros a cambio de que los reseñes y promociones», lo cual es
super atractivo para los lectores asiduos pues la economía no está para tirar
cohetes, hasta un autor que, de forma privada y discreta te regala su obra a
cambio de lo mismo. Por supuesto, son técnicas de marketing válidas. Ambas
partes salen ganando, no hacen daño a nadie y todos contentos. Aunque bien es
cierto que una reseña coaccionada no garantiza nada al lector, no obstante,
para eso estamos el resto de los mortales, que no nos chupamos el dedo. ¿Cuántas
veces habéis leído un libro que os ha parecido una soberana patraña y los bloggers de moda lo ponen por las nubes?
También he leído libros para pagar deudas. Por la razón que
sea. O bien porque es un autor que todas las mañanas me da los buenos días por
Facebook o porque te ve maravillosamente divina en todas las fotos que
publicas; la técnica del peloteo. Esta sí que me molesta, por ahí ya no paso.
Claro que para recoger hay que sembrar, pero ¿no sería más honesto sembrar con esfuerzo y trabajo, y demostrando lo
que vales como escritor en vez de untando vaselina? No sé, por poner algún
ejemplo: cuidando tus publicaciones en las redes sociales (me refiero a evitar
las faltas de ortografía y las expresiones sacadas de la manga), regalando
algún relato o escrito a tus lectores para que vean de qué pasta estas hecho o
simplemente viviendo y dejando vivir, otorgando a los lectores el derecho a
decidir si leerte o no.
Por culpa de los amiguismos, los trueques y los contratos amistosoverbales que se firman con blogueros y lectores, tengo
mi libro electrónico lleno de naderías. Novelas sin sustancia, cuyo proceso de creación
es más que dudoso. Como editora, puedo afirmar que no se acercan a los mínimos
requeridos para que la obra sea publicable. Porque no tienen filtro, no conocen
la diferencia entre errata y falta de ortografía, no cuidan el maquetado y lo
que la historia narra, que al final es lo que importa, aburre a un campo de
lechugas.
Hace poco me encontré estas tres barbaridades en el mismo
capítulo de una novela que prometía gloria, (ojo, está entre las veinte
primeras del top 100 de Amazon): «le heché un ojo, por encima…», «sobretodo y
antetodo, fui yo mismo» y la que se llevó la palma y me hizo dejar de leer en
el mimo instante, «estaba comvencido de que se trataba de ella». Esto sin
hablar de las rayas que preceden a las conversaciones o la ausencia de tildes
en palabras esdrújulas.
Pero claro, la autora es tan adorable que se lo perdonamos
todo. Pues no, no y no. Todos los libros, incluso los que llevan decenas de
ediciones, poseen alguna errata, y como equivocarse es humano, todos lo
entendemos y lo pasamos por alto. Pero de la errata al error, a la falta de
conocimiento y de cuidado, va un paso muy largo.
Me gustaría saber
vuestra opinión, de verdad, porque es un tema tan triste… y se está
haciendo la vista gorda de una forma tan sibilina, que creo que le estamos
perdiendo el respeto a la literatura de una forma peligrosa. Me gustaría que
fuésemos conscientes de que la «era digital» está generando que los libros se
publiquen de forma masiva, y no nos damos cuenta de que la calidad literaria
está disminuyendo a pasos agigantados. Estos tiempos que estamos viviendo serán
recodados en un futuro, de aquí está surgiendo una inmensa cantera de autores
que serán los que representen a la literatura española en los próximos años…
¿Os gustaría que nos identificaran como la generación
“todovalecontaldepublicar”? Somos
lectores, consumidores de un producto por el que pagamos, aunque sea un precio
simbólico, y nos merecemos que se nos dé un buen servicio. ¡Por menos he
visto a la gente devolver un vaquero en la tienda! Somos capaces de montar un
pollo en un establecimiento porque el tallaje no se corresponde con las medidas
de la CE, y no decimos ni pio cuando nos ensucian las neuronas con libros
insípidos. ¡Por favor!
Insisto, todos tenemos derecho a escribir y publicar lo que
nos dé la real gana, pero a los lectores no hay que tomarlos por tontos. Si tú
no pones el cuidado necesario antes de publicar, acepta que artículos como este
te piquen. Luego, ya te rascarás.
Buff un tema que da para mucho, el problema es las personas que autopublican sin haber revisado bien la obra. Yo como bloggera ahora me fijo mucho en la sinopsis por ejemplo, ya que si me ofrecen una novela nobel para leer, muchas veces ni la sinopsis está bien redactada...y la verdad es que ganas precisamente no dan. Y ello, oscurece a todos los demás autores que de verdad lo revisan, editan y maquetan.Y sobre las formas de ofrecer novelas...lo que dices, muchos son así o mandan un email con la obra ya incluída (una vez la rechacé ya que siempre intento responder y encima se me cabreó porque ya me había mandado su obra adjunta...oye habérmela ofrecido primero) pero eso depende ya de la persona..si son así, imagino que en su vida real también. Ojalá todos pensaran y guardarn el mismo respeto como tu.
ResponderEliminarUn beso!
Ole con ole y olé, reina. Coincido en todos y cada uno de los puntos. Yo no recibo tantas ofertas útlimamente (será porque tengo el blog parado) pero ver el panorama amazónico es para echarse a temblar... de puro pavor. Justo el otro día hablaba de ello con un autor, la autopublicación está muy bien, y le ha dado oportunidades a autores que estaban hartos de toparse con los muros de las editoriales "normales" pero esto ha conseguido un efecto nefasto, y es llegar el mundo literario de noveluchas que ni siquiera están escritas correctamente ¿que se venden? eso depende, en muchos casos y por desgracia del mayor o menor número de palmeros que sea capaz de reunir el autor. Triste, pero real. Muchísima suerte con tus novelas, y ojalá puedas publicarlas un día no muy lejano porque el panorama actual haya dado un giro de 180º, aunque lo dudo mucho.
ResponderEliminarUn beso shakiano!!!
Desde que tengo el blog, varios autores me han ofrecido su obra para leerla y reseñarla. En alguna ocasión he tenido que rechazar la oferta porque el tema no entra dentro de mis gustos. Me dicen: " qué borde eres". No entiendo por qué. ¿Por qué tengo que leer algo a disgusto? Lo que dices de las faltas de ortografía es horrible. Me dedico a la enseñanza y no puedo ver una falta. Es cierto, que todos nos equivocamos y nada es perfecto, pero hay que tener cuidado, y más, si se hace público. Cuando leo un escrito, el que sea, con errores ortográficos, e incluso gramaticales, me pongo de los nervios. Lo siento, las cosas se revisan. He leído algunas novelas autopublicadas, ofrecidas por el propio autor, y salvo excepciones, no valen para mucho. No sé si a una novela de un euro se le debe perdonar todo; yo creo que no. Habrá gente que opine: " pues si es de un euro ¿qué esperas?" Pues espero que, al menos esté bien redactada, porque si no, nunca dejará de valer un euro. Gracias por el debate, Un besote.
ResponderEliminarVerás, Cita. Sí y no, como decía una joven amiga mía cuando le rebatía una opinión. Todo el mundo tiene derecho a publicar, es evidente, pero en Amazon y en todas las plataformas de autoedición, y no digamos ya en las que cobran por publicar, debería existir un filtro, que es imposible establecer a priori, pero si alguien denuncia estos hechos, en los comentarios o Amazon lo pidiera a los lectores de forma anónima para que esyos pudieran denunciar la frase mal escrita, no pasarían estas cosas.
ResponderEliminarEn cuanto a la publicidad, ¿qué quieres que te diga? Cada uno es libre. Ya ves que yo no hago mucha, pero sí publicito a mis amigos y algunos no corresponden, pero yo voy por libre y hago lo que me parece.
En su día hicimos un grupo para intentar poner un sello de calidad a los Iibros Indies, pero fracasó, entre otras cosas, porque algunos no querían someter a juicio su obra.
Antes de entrar en materia, déjame felicitarte por la educación y respeto que has planteado el tema...bueno, los temas, porque de hecho, aquí hay más de uno a tratar con detenimiento, jajaja !
ResponderEliminarEn lineas generales, estoy de acuerdo con tus palabras: no todo vale en el mundo comercial, pero quiero matizar que estoy de acuerdo con que el escritor debe utilizar sus propias armas para promocionarse, aunque, tal y como comentas,siempre que utilice armas "legales" para ello.
Como bloguera, no me importa que un escritor se ponga en contacto conmigo para ofrecerme su libro siempre que lo haga con respeto y detecte un mínimo de personalización en su mensaje. A veces he aceptado (si veo que la lectura se adapta a mis gustos) y otras no, pero siempre, siempre, la reseña ha sido sincera por mi parte.
He reseñado a veces a escritoras amigas y no siempre ha habido flores y violines para sus obras, pero creo que la base de todo, como ves, es el respeto.
En cuanto a lo de los libros a un euro, los he leído buenisimos y sin erratas y en cambio he pagado hasta 4 euros por otros que estaban llenos de fallos o que no me han gustado; como ves, el precio no te garantiza la calidad de la obra.
Un beso !
Como escritor estoy totalmente de acuerdo. Los autopublicados no tienen más filtro que los lectores. Ellos deben entender que tienen el poder de criticar una obra con sinceridad.
ResponderEliminarPues un poco sí, y un poco también no. Como dice Maribel en el comentario de arriba, he leído novelas fantásticas, cuidadas, bien escritas, que me han costado menos de un euro en Amazon. Y he comprado novelas por veintitantos euros, en papel, con un sello editorial muy conocido estampado en ellas que tenían unas faltas de ortografía que tiraban para atrás. Hay autores que las llaman erratas. Con un par de huevos.
ResponderEliminarSí, Amazon permite que todo el mundo publique. Pero ahí están los lectores para decidir si interesa o no. Yo creo que al final, un libro malo, o con una historia poco trabajada, o con muchos errores ortográficos... por muchas reseñas positivas que su autor compre, no va a ir a ninguna parte.
Un saludo.
Lo voy a decir muy claro.... menos mal que has habilitado ya los comentarios jajaja. El mundo editorial da asco. A nosotros no nos pueden engañar, vemos todo lo que ocurre, quien tenga un blog se dedica a eso precisamente y es común ver todo lo qu citas, zancadillas, menosprecios, estrategias comerciales que no se yo cómo definirlas... en fin.... Un beso, Cita.
ResponderEliminarEs cierto lo que plantea la autora de esa reflexion. Hay que respetar al lector porque emplea su tiempo y gasta su dinero en un libro. Ahora bien, "cometer error es de hombres, rectificarlo es de sabio". !A ESCRIBIR!
ResponderEliminarEn el mundo comercial no puede valer todo. Aunque no me molesta que un escritor se ponga en contacto conmigo para leer su obra, siempre que lo haga con respeto. Y siempre que con respeto, sepa aceptar una negativa. Que a veces te escriben diciéndote que tienes un blog fantástico patatín, patatán, y te quieren encajar un libro de un género que nunca has leído. Sí, saben de tu blog un montón! Afortunadamente no he tenido malas experiencias, pero alguna ha habido. Sobre errores ortográficos y gramaticales, por desgracia últimamente nos lo estamos encontrando tanto en el mundo de la autoedición como en editoriales consagradas. Gastarte un euro y ver estos fallos duele un poquito. Gastarte 20 euros y ver estos fallos duele un montón. Y no te digo nada cuando los fallos están en libros infantiles. ¡Intenta convencer a un niño de que los libros también se equivocan!
ResponderEliminarY Amazon permite a todos los autores publicar, sí. Pero yo pienso que con el tiempo, el que vale permanecerá. Y el que no...
Besotes!!!
Buenas a todos lo primero. Soy un autor nobel que está a punto de sacar su segundo libro. Puedo contar lo que yo hago, no respondo por los demás. Sí que cuando saqué el primer libro (Ndura. Hijo de la selva) escribí a los gestores de blogs de literatura que tenía localizados, pero obviamente con respeto, con una ortografía-gramática cuidada y con humildad. El 90% ni me respondió, pero lo acepto como parte del proceso porque entiendo que no les interesa lo que les ofrezco o que están hartos de recibir correos. Un 5% me respondió denegando cualquier interés, cosa que les agradecí, y un 5% sí que tuvo en cuenta mi libro de una forma u otra (les pasé un ejemplar y publicaron una reseña, me entrevistaron o simplemente lo nombraron en su blog) En cualquier caso se lo agradecía aún más y han surgido algunas relaciones muy interesantes desde el punto de vista personal de ello. Ahora que publico el segundo (un manual sobre cómo usar LinkedIn) creo que haré lo mismo con las mismas premisas, la misma humildad y el mismo agradecimiento a los que me atiendan.
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