domingo, 29 de diciembre de 2013

ENTREVISTA A UN BLOGUERO #2

Hoy, vuelvo con mi sección ENTREVISTA A UN BLOGUERO, con un bloguer que me encanta, no solo por la claridad y precisión de sus reseñas, si no porque para mi, es un bloguero diferente, entusiasta, muy completo y extremamente amable. He estado charlando con Xavier Beltrán, administrador del blog Tras la lluvia literaria, y esto es todo lo que me ha contado.




Cita: Hola compañero, me honra que estés por aquí, cuéntanos ¿Quién es Xavier Beltrán y qué le une a la literatura?
Xavier: Xavier Beltrán es un traductor literario que sueña con ser escritor. Lo que me une a la literatura es, por tanto, evidente (más allá de que la lectura sea mi principal afición): mi profesión y mi mayor deseo. Con lo primero ya lo estoy consiguiendo; a ver si con lo segundo me pongo las pilas de una vez. Tengo una novela medio empezada pero por falta de tiempo y por una inspiración intermitente de momento no he seguido.

Cita: ¿Qué fue lo que te incitó a hacerte blogger?
Xavier: Llevaba ya unos cuantos años participando en un par de foros literarios cuando descubrí que uno de los amigos que hice por allí se había abierto un blog y estaba contentísimo. De hecho, fue él el que me animó a lanzarme y comenzar a escribir reseñas. A partir de entonces empezaron a menguar mis intervenciones en los foros y me centré en el blog, con el que también me he llevado enormes alegrías (y espero que siga siendo así).

Cita: Tras la lluvia literaria. ¿De dónde viene ese título?
Xavier: Hace más o menos un mes celebré los dos años y desvelé el misterio. Es una referencia al primer relato que escribí, cuyo título era Llueve, y a la sensación que tengo, como lector, de que las novedades que mes a mes nos sorprenden en las librerías hacen las veces de una lluvia constante. El blog pretende ser una especie de paraguas para valorar qué libros valen la pena y cuáles quizá no tanto. Contado así parece que yo quiera sentar cátedra, pero nada más lejos de la realidad: siempre he dicho que en el blog mis opiniones son mías y no tenemos por qué coincidir. Lo que sí intento es esgrimir algunos argumentos más o menos objetivos para que la persona que se encuentre con mi reseña sepa a qué atenerse con esa novela en cuestión.

Cita:  En mi caso, aterricé en tu blog por casualidad, ya sabes, un blog te lleva a otro... Pero lo que me hizo quedarme fue la claridad con la que te haces entender y el poco interés “comercial” que destilan tus artículos, es decir, que vas totalmente a tu rollo sin importante demasiado la línea que llevan el resto de blogs de la blogosfera entre los que me incluyo. ¿Crees que ahí radica tu éxito como blogger? Porque tu número de seguidores tanto en el blog como en las redes sociales es de admirar.
Xavier: ¡Muchas gracias por tus palabras! No sé si me salgo de esa línea de la que hablas o no, ni sé si realmente existe esa semejanza temática a la que te refieres, pero lo que sí tengo claro es que en todo momento leo lo que me apetece y cuando me apetece. En ocasiones se trata de una novela recién publicada; en otras, en cambio, hablo de libros que tienen unos años ya o incluso de grandes clásicos de la literatura. Me cuesta hablar de "éxito como bloguero", me da hasta vergüenza llegar a pensarlo, aunque es verdad que cada vez cuento con más seguidores en el blog y las redes sociales. Las razones para ello quizá deberíamos preguntarlas a los que me siguen a menudo; yo solo procuro mantener un buen ritmo de reseñas (unas dos a la semana, si puedo) y las escribo a mi manera. Desde aquí os doy las gracias a todos por leerme y seguir mis publicaciones. Sin vosotros no soy nada, razón tenían los de Amaral. 

Cita: ¿Qué opinas de las iniciativas blogueras como son los sorteos, las lecturas conjuntas, los retos...? Te hago esta pregunta porque, como te he dicho en la pregunta anterior, veo que tu eres muy “hippie”, vas a tu bola, y aun así, encajas a la perfección.
Xavier: ¡Es verdad! No participo en casi nada, soy así de autista... No sé si, como dices, encajo a la perfección o habrá quien me vea como un soso solitario, pero no voy a cambiar mi modo de actuar con el blog. La verdad es que son iniciativas que me encantan, son muy interesantes, pero si no participo es por una sencilla razón: no me gusta obligarme a leer un libro, o varios, en un tiempo determinado. Yo me dejo llevar por lo que me apetece en cada momento y las lecturas conjuntas o los retos condicionan el orden de los libros, y eso es lo que a mí no me gusta nada. En cierto modo, llevándolo al extremo, reducen la libertad de elección, ese instante mágico en que me planto ante mis estanterías y elijo qué libro voy a comenzar, y es un momento que no quiero perder por nada del mundo. En sorteos sí que participo si el libro que se puede ganar me llama mucho, aunque no me gusta promocionarlos en mi blog para ganar más puntos. Si el azar quiere que me lleve esa novela, me la llevaré tenga 2 puntos o 30, así que dejo seguir el curso de los acontecimientos. 

Cita: Cambio de tercio. Háblanos de tus géneros literarios favoritos y qué encantos ves en ellos.
Xavier: Si tuviera que quedarme solo con uno, diría la novela histórica. Me encanta la Historia con mayúscula inicial y la posibilidad de asistir a un relato ambientado en una época que jamás podré vivir y en un lugar que jamás podré pisar me parece apasionante. Habrá quienes digan que no debemos tomar como ciertas esas tramas, y no les falta razón -no en vano gran parte de ellas es ficción-, pero uno siempre aprende algo cuando el autor se ha documentado bien. Esa sed de conocimientos es la que me lleva a leer libros que transcurren en Grecia, en Egipto, en Roma... Por otro lado, estoy muy unido a la novela romántica, un género que ya se ha convertido en uno de mis preferidos. La pasión que desprenden esas historias y los sentimientos que arrancan en mí son la clave que explica la admiración que siento. A cualquier novela le pido que me emocione con alguno de sus ingredientes (con la prosa, la historia, los personajes, etc.) y una buena novela romántica lo tiene fácil para hacerme llorar de alegría o tristeza. Tampoco hago ascos a las sagas literarias ni a las novelas policíacas o fantásticas. En realidad leo casi de todo. Quizá los que menos me llamen sean la ciencia-ficción y el terror, pero me apetece quitarme la espinita y ojalá lo haga pronto.

Cita: ¿Qué libro te hubiese gustado escribir?
Xavier: Todos los que me han llevado a sentir algo fuerte. Ya he comentado que me encantaría ser escritor y en el libro que tengo empezado mi objetivo es precisamente ese: emocionar al lector. Que lo termine y no se quede como cuando lo empecé. Que experimente los sentimientos que he descrito. Que días después de haberlo leído recuerde alguna de las situaciones y sonría con ternura. Cualquier novela que consigue que yo termine la lectura con una sonrisa en los labios es más que recomendable para mí y envidio profundamente al autor por haberlo logrado.

Cita: ¿Te identificas con algún autor? En caso positivo, ¿con cuál? ¿Por qué?
Xavier: Creo que es muy difícil identificarse con un autor. Para ello habría que conocerlo, saber cómo ha llegado a la literatura y el esfuerzo que le ha valido. Me puedo identificar con algunos personajes, con una historia en particular, pero no con un autor. Por ahora. Ya tengo suficiente identificándome conmigo mismo...

Cita: Tienes que mojarte, ¿cuál es tu novela favorita?
Xavier: Me hace mucha gracia cuando hay tanta gente incapaz de responder a esa pregunta. A mí no me cuesta nada porque lo tengo clarísimo: La casa de los espíritus, de Isabel Allende. Tenía yo unos quince o dieciséis años, hace ya... unos cuantos, cuando sentí un hormigueo literario. Me apetecía comenzar una novela porque sí, no porque fuera una lectura obligada del instituto. Recuerdo que fui a la librería que había -y aún hay- delante de mi instituto y empecé a hojear los libros. Me llamó bastante la historia que narra Allende y me hice con ella. Pocos días después, la había devorado. Me metí tanto en la novela y sentí tal cantidad de emociones que ahí y entonces despertó mi amor por la literatura. Por tanto, mi novela favorita es la que me captó a la secta de los amantes de los libros y que hizo posible que hoy pueda estar respondiendo a esta entrevista, entre otras cosas. Le debo mucho a Esteban Trueba y compañía.

Cita: ¿Con qué novela te llevaste esa “gran decepción”?
Xavier: Hay tantas decepciones en mi currículum como lector. Desde premios Nobel reconocidísimos (La colmena, de Cela, me pareció insufrible; la prosa de Vargas Llosa en La ciudad y los perros se me atragantó; la historia de El viejo y el mar, de Hemingway, me aburrió sobremanera) hasta autores que gozan con gran prestigio y que a mí no me han llegado en absoluto, como Álvaro Pombo, Virginia Woolf, Oscar Wilde o Jaume Cabré. Tal vez una de las decepciones más sonadas fuera en su día El perfume, de Süskind. Estuve a punto de comprar el libro y suerte que al final me lo prestaron. Me gustó tan poco que no sé cómo habría reaccionado si hubiera pagado por él.

Cita: Hace poco escribiste un post que defendía a capa y espada el género romántico, un género que ha sufrido en los últimos tiempos un gran decrecimiento. En pocas palabras, ¿qué tiene este género que lo diferencie de los demás? ¿Crees que se ve afectado por el nuevo movimiento chick–lit?
Xavier: Me he adelantado un poco en una de las respuestas anteriores. Lo que de verdad me apena es que sea uno de los géneros que arrastra más prejuicios y peor fama cuando lo único que hace es describir el amor, uno de los sentimientos más puros, deseados y añorados del ser humano. Claro que hay novelas románticas empalagosas, infumables y mal escritas, pero ¿acaso se salva alguno de los otros géneros? Además, hay un argumento que me parece clave para destacar su importancia y echar por tierra las razones de quienes la menosprecian: es el único género que está presente en cualquiera de los otros. ¿En qué libro no hay una historia de amor? En novelas históricas, en thrillers, hasta en ciencia-ficción encontramos algún romance entre las páginas. El problema es cuando pasa a ser la trama principal y la gente se cree que entonces no podrá con ella. ¿Por qué no? Yo he leído historias de amor preciosas en novelas no románticas, ¿por qué me iba a negar a dar una oportunidad al género? Los libros chick-lit no creo que sean ningún obstáculo, aunque es cierto que hay quien ve en ellos demasiada frivolidad. A mí me encantan las situaciones disparatadas y divertidas que leo, me hacen pasar muy buenos ratos, y creo que todos necesitamos un poco de humor en nuestras vidas de vez en cuando.

Cita: ¿Cuáles crees que son los mayores prejuicios o barreras que solemos ponernos los lectores a la hora de enfrentarnos a un libro que no es de “nuestro estilo” o a un autor que no conocemos? Porque está claro que nunca se lee un libro con miedo, deben ser otros factores los que hacen que lo leamos con otros ojos...
Xavier: Simplemente eso: prejuicios. Tenemos ideas preconcebidas, gran parte de ellas absurdas, que nos imponen una imagen quizá distorsionada que no tiene por qué reflejar la realidad. Yo, por ejemplo, cuando pienso en ciencia-ficción, me imagino un mundo futurista muy tecnológico y aburrido. Ya sé que es una descripción tonta, pero es lo que yo visualizo. Una vez formado ese escenario irreal, cuesta dar el paso para superar el prejuicio y acercarse a una de esas obras para, tal vez, ver que nada tiene que ver con lo que se pensaba. A mí me apetece leer El juego de Ender o alguna obra cumbre del género para eliminar de una vez ese concepto que me dejó la lectura de Un mundo feliz, que no me gustó especialmente. Eso tampoco ayuda: si el primer contacto con una novela de un género no es satisfactorio, cuesta darle una nueva oportunidad. Es injusto, porque quizá no hemos acertado con la apuesta, pero es así.

Cita: Todo buen lector tiene un ritual de lectura, o al menos, le gusta leer, cuando puede, de alguna manera concreta. ¿Cuál es el tuyo?
Xavier: Ahora mismo yo tengo dos rutinas de lectura: en el tren y antes de dormir. Los días que trabajo tengo una hora y pico en tren -sumando ida y vuelta-, tiempo que siempre aprovecho para leer. Aunque esté con una novela de mil páginas, me la llevo en la bolsa y la saco felizmente en el vagón. Alguna que otra vez he visto a alguien que mira el libro en plan: "Menudo tocho", y yo sonrío. Resumiendo: más de una hora que leo, sí o sí, al día. Una hora equivale a entre 40 y 60 páginas, y suelo rematar antes de irme a dormir leyendo una horita más. En total no me gusta leer más de 100 o 150 páginas al día porque si no termino demasiado rápido los libros, aunque debo admitir que ha habido novelas que he engullido en un solo día o en un par. También hay veces, aunque son minoría, en que me siento en el sofá a media tarde si no trabajo para acabar una trama que me tiene totalmente absorbido. 

Cita: Recomiéndame varios blogs literarios que para ti sean de categoría.
Xavier: Me da apuro dejarme alguno y que su administrador/a me tire de las orejas, así que no lo haré. Lo que sí me atrevo a hacer es describir cómo es para mí un blog literario diez. En primer lugar, uno que esté bien escrito. Lo siento, pero por formación profesional no puedo con las faltas de ortografía, y en un blog literario me parecen un crimen. No debería ser así, pero yo leo una reseña mal escrita y ya casi me parece menos convincente, menos verdadera. En segundo lugar, que el bloguero no escriba reseñas demasiado largas. Yo lo que busco es una opinión argumentada pero concisa; ya decidiré luego si leo la novela o no, no me interesa conocer de antemano todo lo que voy a hallar en ella. En tercer lugar, que carezca del lado personal que muchos les dan a sus blogs. Me refiero a empezar una reseña con un "¡Hola, amigos! ¿Qué tal va la semana? Espero que estéis bien :D". Sé que muchos lo hacéis y ahora me miraréis mal y os pido disculpas antes, pero ese tono falsamente cordial me chirría muchísimo. A pesar de que lo respeto (¡faltaría más!), es algo ante lo que enarco la ceja una y otra vez. Y hay más factores, pero no quiero perder seguidores ni hacer más enemigos.

Cita: ¿Cómo ves a los nuevos talentos españoles? ¿Crees que tienen posibilidades de triunfar entre tanto clásico?
Xavier: Cada vez estoy más contento por los escritores de aquí. No solo han logrado convencer a editores y lectores de que vale la pena apostar por ellos, sino que han sabido hacerse un hueco en géneros en los que hace unos años eran casi invisibles -como la novela histórica o la romántica-. Poco a poco son más los que se cuelan entre los boletines de novedades de las editoriales y a mí me encanta. Más que nada porque me parece injusto que siempre valoremos mejor lo extranjero a lo propio. Ya sé, nadie es profeta en su tierra, pero en España tenemos la simpática manía de restar importancia y valor a lo nuestro y tragar lo foráneo como si tal cosa. Por eso me gusta que los autores de aquí ganen más presencia: es un toque de atención para los que siguen pensando que en nuestro país no hay talento. Lo hay, y de un nivel altísimo.

Cita: Háblame del Xavier de andar por casa, ¿cómo es su día a día?
Xavier: Ahora mismo tengo la suerte de trabajar en una de las grandes librerías de España a media jornada, y la otra media la dedico a traducir -si estoy con alguna traducción- o, simplemente, a vivir lo mejor que sé y puedo. En general, soy la mar de feliz en casita con un libro, en el trabajo recomendándolos o de comida y cena con los míos. Así que mi día a día es bastante tranquilo, acorde con mi personalidad. No quiero desvelar más de mí mismo porque entonces pasaré a ser una persona de carne y hueso para vosotros, no un bloguero maravilloso y humilde que regenta el mejor blog de reseñas que ha abierto un inquilino del número 2 de mi calle.

Cita: ¿Tienes algún plan o proyecto literario más allá de “Tras la lluvia literaria”?
Xavier: Al contrario que Umbral, yo no venía a hablar de mi libro y mira, ya lo he mencionado unas doce o trece veces. Sí, me encantaría terminar la historia que estoy escribiendo y que un día viera la luz. Por si os interesa, se trata de una novela romántica (cerrad la puerta al salir, prejuzgones) que aspira a divertir y emocionar a partes iguales. Salvando las evidentes y gigantescas distancias, es una mezcla entre El cuaderno de Noah y Posdata: Te amo, dos de mis libros preferidos del género. Tuve la idea del argumento durante un sueño hace ya muchos años y desde entonces le voy dando vueltas con más o menos esfuerzo. Las musas a veces me abandonan durante semanas y luego en una tarde me dictan diez páginas. Qué le vamos a hacer, son así de selectivas. Cuando me hayan susurrado el punto y final, ya me veréis anunciando mi libro por todas partes.

Cita: Para despedirnos, manda un mensaje a favor de la literatura a todos los que están leyendo esta entrevista.
Xavier: Supongo que cualquiera que lea estas respuestas ya estará a favor de la literatura. Yo solo pido que jamás dejemos de apoyarla, de soñar, de sonreír, de afrontar la vida con un poco de humor y optimismo. Sé que nos ha tocado vivir momentos complicados, pero el refranero español es muy sabio y dice que no hay mal que cien años dure. Hagámosle caso y sepamos levantarnos todos los días con ganas de comernos el mundo.

Cita: Ha sido un auténtico placer que vengas hasta aquí a acurrucarte un ratito a charlar. Sabes que tienes las puertas de mi casa abiertas para cuando lo desees, pero la próxima vez, que será cuando te haga la entrevista de autor y no de blogger ¡tráeme unos bombones! je, je, je

Xavier: Me puede el dulce, de camino a tu blog me lo he comido todo. Prometo traerte algo salado la próxima vez, y así sí podré resistirme. Cuando menos, haré lo posible. Palabrita.

¿Es o no es extremadamente amable? A mi me ha conquistado, ¿Y a vosotros/as?
Espero que os haya gustado esta charla con Xavier Beltrán y como dije la vez anterior, ¡estad atentos! ¡cualquiera de vosotros puede ser el siguiente!

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jueves, 26 de diciembre de 2013

Un cuento os cuento ... Caperucita Roja, de Charles Perrault




Había una vez una niñita en un pueblo, la más bonita que jamás se hubiera visto; su madre estaba enloquecida con ella y su abuela mucho más todavía. Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le sentaba tanto que todos la llamaban Caperucita Roja.

Un día su madre, habiendo cocinado unas tortas, le dijo:
-Anda a ver cómo está tu abuela, pues me dicen que ha estado enferma; llévale una torta y este tarrito de mantequilla.

Caperucita Roja partió en seguida a vera su abuela que vivía en otro pueblo. Al pasar por un bosque,se encontró con el compadre lobo, que tuvo muchas ganas de comérsela, pero no se atrevió porque unos leñadores andaban por ahí cerca. Él le preguntó a dónde iba. La pobre niña, que no sabía que era peligroso detenerse a hablar con un lobo, le dijo:
- Voy a ver a mi abuela, y le llevo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía.
- ¿Vive muy lejos? , le dijo el lobo.
- ¡Oh, sí!, dijo Caperucita roja, más allá del molino que se ve allá lejos, en la primera casita del pueblo.
-Pues bien, dijo el lobo, yo también quiero ir a verla: yo iré por este camino, y tú por aquél, y veremos quién llega primero.
`


El lobo partió corriendo a toda velocidad por el camino que era más corto y la niña se fue por el más largo entreteniéndose en coger avellanas, correr tras las mariposas y hacer ramos con las florecillas que encontraba. Poco tardó el lobo en llegar a casa de la abuela; golpea: Toc, toc.
- ¿Quién es?
-Es su nieta, Caperucita Roja, dijo el lobo, disfrazando la voz, le traigo una torta y un tarro de mantequilla que mi madre le envía.

La cándida abuela, que estaba en la cama porque no se sentía bien, le grito:
-Tira la aldaba y el cerrojo caerá.
El lobo tiró la aldaba, y la puerta se abrió. Se abalanzó sobre la buena mujer y la devoró en un santiamén, pues hacía más de tres días que no comía. 



En seguida cerro la puerta y fue a acostarse en el lecho de la abuela, esperando a Caperucita Roja quien, un rato después, llegó a golpear la puerta: Toc, toc.
- ¿Quién es?
Caperucita Roja, al oir la ronca voz del lobo, primero se asustó, pero creyendo que su abuela estaba resfriada, contestó:
-Es su nieta, Caperucita Roja, le traigo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía. 
El lobo le gritó, suavizando un poco la voz:
-Tira la aldaba y el cerrojo caerá.
Caperucita Roja tiró la aldaba y la puerta se abrió. Viéndola entrar, el lobo le dijo,mientras se escondía en la cama bajo la frazada:
-Deja la torta y el tarrito de mantequilla en la repisa y ven a acostarte conmigo.

Caperucita Roja se desviste y se mete a la cama y quedó muy asombrada al ver la forma de su abuela en camisa de dormir. 


Ella le dijo:
-Abuela, ¡qué brazos tan grandes tienes!
-Es para abrazarte mejor, hija mía.
-Abuela, ¡qué piernas tan grandes tienes!
-Es para correr mejor, hija mía.
-Abuela, ¡qué orejas tan grandes tienes!
-Es para oír mejor, hija mía.
-Abuela, ¡qué ojos tan grandes tienes!
-Es para ver mejor, hija mía.
-Abuela, ¡qué dientes tan grandes tienes!
- ¡Para comerte mejor!
Y diciendo estas palabras, este lobo malo se abalanzó sobre Caperucita Roja y se la comió.

MORALEJA
Aquí vemos que la adolescencia,
en especial las señoritas,
bien hechas, amables y bonitas
no deben a cualquiera oír con complacencia,
y no resulta causa de extrañeza
ver que muchas del lobo son presa.
Y digo el lobo, pues bajo su envoltura
no todos son de igual calaña:
Los hay con no poca maña,
silenciosos, sin odio ni amargura,
que en secreto, pacientes, con dulzura
van a la siga de las damiselas
hasta las casas y en las callejuelas;
más, bien sabemos que los zalameros
entre todos los lobos ¡ay! son los más fieros.


Después de leer este cuento, descubrimos que dista mucho del que nos contaron y el que le contamos a nuestros pequeños, ¿verdad?. Nosotros hablamos de un leñador que aparece antes de la tragedia y suavizamos la historia, imagino, para hacer el cuento bonito, que es de lo que se trata cuando nos lanzamos a contarlo. Es más, en ediciones posteriores hemos podido leer este cuento con la historia totalmente modificada. Pues se descubre, que para nada era la intención de Charles Perrault escribir un cuento bonito, si no mas bien una advertencia, como versa la moraleja.

¿Qué os parece la versión original? ¿Se la contaríais así a vuestros peques? ¿Qué opináis de la moraleja que Perrault incluye en el cuento?

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domingo, 22 de diciembre de 2013

El monstruo de la oscuridad, de Uri Orlev

 Mi madre tiene esa común manía que he visto por aquí que tienen muchas madres de guardar todos los libros de cuando mis hermanos y yo éramos pequeños. Los libros de texto, si se los ha podido ir dando a mis primos pequeños se los ha dado, pero los de lectura los conserva todos, y si ha prestado alguno, lo ha pedido de vuelta. Ahora, que las estanterías de su casa tienen forma de ensaladera, sigue negada ha deshacerse de ellos, pero ha elegido las estanterías de la mía para colocarlos. ¡En mi casa! ¡Qué ya los guardo en cajones!
Pues el libro que hoy traigo es uno de ellos. Cuando los traje a casa, no pude resistir coger uno, al azar, y recordar una de aquellas lecturas de mi época más tierna.

EL MONSTRUO DE LA OSCURIDAD

SINOPSIS
El monstruo que vivía debajo de la cama se hinchaba con la oscuridad de la noche. Por eso, el hijo de Yosi y Dafna le tenía tanto miedo y jamás se sentaba en la cama con las piernas colgando. Pero eso ocurrió hace ya tiempo, en Jerusalén. Ahora no, ajora ambos son amigos y se entienden sin problemas.


SOBRE EL AUTOR
Uri Orlev nació en Varsovia (Polonia) en 1931. En 1945 se trasladó a Palestina y actualmente vive en Jerusalén. Por sus libros para niños y jóvenes, que han sido traducidos en 36 idiomas, ha obtenido importantes galardones, entre ellos el premio Hans Christian Andersen en 1996 o el premio Bialik de literatura en 2006.

Orlev está casado y tiene dos hijos, una hija y cuatro nietos.




MI OPINIÓN PERSONAL

Releer este libro ha sido como leerlo de nuevas, no lo recordaba. Sé que era mío porque ponía mi nombre dentro con esa letra fatal que tenía yo de pequeña (y creo que aun conservo). Pero no me acordaba de lo que contaba esta historia.

Habla de un  niño, del cual no se sabe su nombre, que va narrando en primera persona su historia. Nos cuenta que debajo de su cama habita un monstruo que hincha con la oscuridad ocupando toda la atmósfera de su habitación, asustándole, moviendo las cortinas y haciendo ruido por dentro de las paredes. Un día, el niño roba la linterna a su padre y ataca al monstruo con luz, lo que hace que el monstruo se asuste y se vuelva a meter debajo de la cama. 

En una excursión que el niño hace con sus padres al circo, el niño pregunta cómo es posible amaestrar a los animales salvajes, como por ejemplo a los osos. Su padre le explica que antiguamente, se les ponía encima de placas calientes y se hacía sonar un tambor, las placas cada vez se calentaba más y esto hacía que el oso bailara para no quemarse los pies. Con lo cual, cuando llegaban al circo, el solo hecho de escuchar el tambor les daba miedo, pues lo asociaban con las quemaduras de sus pies, y bailaban por instinto. Pero ahora ya no se maltrata a los animales. Ahora se los amaestra con premios. Cada vez que un oso levanta una pata, se le da un premio para que lo asocie a que eso está bien hecho y así, poco a poco, consiguen ir amaestrándolo. 
Al niño se le ocurrió que de esta manera podría intentar amaestrar él a su monstruo, y así lo hizo. Le decía cosas bonitas, hablaba con él y, poco a poco, el niño fue perdiendo su miedo a la oscuridad.

Por otro lado la historia habla de lo difícil que es para un niño perder a su padre a tan temprana edad y que otro hombre ocupe su lugar. Yosi, el padre del niño, es llamado para combatir en la guerra y muere en ella.  La fantasía y la inocencia que albergaba este niño fueron la clave para pasar este trago tan amargo, ya que se hizo tan amigo de su monstruo que lo convirtió en su cómplice, y cada noche lo enviaba a la tumba de su padre para que hablase con él. De esta manera el niño se sentía en paz, pues tenía a su padre al corriente de todo y, los mensajes que el niño recibía de su padre por boca del monstruo siempre eran positivos.

Me ha encantado esta lectura. Lo leí ayer, en un ratito, pues apenas tiene noventa páginas. Y creo que eso es lo que iré haciendo con todos los libros que me "endiñó" mi madre. Creo que no ha sido mala idea traerlos a casa.

CONCLUSIÓN FINAL

Leer un libro o novela infantil de vez en cuando rejuvenece el alma. Al menos a mi, me supo a gloria bendita. Además, tengo que decir, que este libro a pesar de ser una novela infantil, esconde un mensaje muy profundo sobre los valores varios de los valores fundamentales del ser humano como son la comprensión, el esfuerzo, la valentía y la capacidad para superar los miedos. Si tenéis hijos, o si simplemente os apetece retroceder unos años y recordar lo que leíamos antes (no los libros que los niños leen ahora) es un título muy recomendable.



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