lunes, 6 de febrero de 2012

El mundo amarillo, de Albert Espinosa

No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar.
Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.
Eso, para seguir.
¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica, te cerraremos las puertas.
Eso, para vivir.
No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No tosas. No respires.
¡Ay sí, no respirar! Dar el no a todos los nos.
Y descansar: Morir.
Con este maravilloso poema de Gabriel Celaya, Albert Espinosa nos introduce en su Mundo amarillo. Se trata de un mundo desconocido para las personas que no hemos despertado una mañana con cáncer, pero que a ojo de los enfermos, es un paraíso terrenal donde las sonrisas y las lágrimas son el menú de cada día.
A través de éstas escasas doscientas páginas, el director de "planta 4º", quiere, no sólo transmitir optimismo a las personas afectadas por esta lacra, sino también, hacer ver al resto del mundo, que es posible ser feliz aun sabiendo que quizá mañana no despiertes.
Toda la historia está basada en su experiencia personal, en como desde niño, ha luchado contra esta enfermedad que a lo largo de los años le ha dejado tantas secuelas físicas; la más notable, la pérdida de una de sus piernas.
La lectura es ágil y dinámica, yo personalmente lo leí en algo más de dos horas y puedo asegurar que es el primer libro que me hace reir y llorar al mismo tiempo.
No sé si el hecho de sea autobiográfico influye a la hora de atrapar al lector en una historia así, el caso es que el libro se me quedó pegado en las manos y hasta que no terminé no paré.
No se trata de una novela, es más bien un conjunto de imágenes relatadas que cogen forma al pasar de cada página.
Pero Albert no habla sólo de él en este libro, según la historia va avanzando conocemos a sus amigos, sus compañeros de batalla, como él los llama, sus "amarillos".
El autor invita a todos los lectores, independientemente de si son enfermos o no, a buscar sus amarillos, a saberlos diferenciar del resto de personas y a darles el valor que verdaderamente merecen.
Puede sonar friki, pero yo lo he hecho. Siguiendo sus consejos he buscado a mis amarillos y os puedo asegurar que no son los que yo creía que serían. Ser una amarillo es un privilegio.
Lo recomiendo por una razón: te hará sonreir.


Para servirles

9 comentarios:

  1. No he leído nada de este autor y este libro es el que menos me llama de todos los que tiene, no sé porqué, pero me ha gustado la razón por la que lo recomiendas y creo que solo por eso merece la pena leerlo
    un beso!

    ResponderEliminar
  2. A mí este me gustó mucho, pero luego me fui desencantando por lo repetitivo que es... Eso sí, la sonrisa no te la quita nadie!
    un beso

    ResponderEliminar
  3. Wow, no conocía al autor ni había leído ningún libro suyo, pero ya me dieron ganas xD
    Genial reseña :)
    Parece ser un libro muy entretenio para que uno ría y llero al mismo tiempo O_O
    hahah xD Y quiero experimentar eso!
    Besitos desde Perú.
    Rizel

    ResponderEliminar
  4. Me parece un poco raro que haga reír tratándose del cáncer, pero esos libros son los mejores. No me llama mucho, la verdad, pero entiendo eso que dices, cuando no puedes parar de leer, y si ese libro no te ha dejado soltarlo hasta haberlo devorado por completo, es que tiene algo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Muy buena tu reseña... No lo conocia pero gracias a ti quizá le de una oportunidad.

    Un besazo enorme!!!

    ResponderEliminar
  6. Me ha gustado la reseña pero el libro no me lo apunto! Leí Si tu me dices ven..... y como si no lo hubiera leído, será que no lo pillé? Un beso

    ResponderEliminar
  7. Me parece curioso lo de la búsqueda de los "amarillos". Lo de que sea autobiográfico me da un poco de agobio, porque el tema de fondo hoy por hoy todavía me afecta, porque he pasado por una experiencia muy desagradable con una hermana y no me gustaría remover impresiones. Quizás algún día, cuando haya superado ciertas cosas.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  8. ¿Y cómo identificas a tus amarillos? te lo pregunto porque eso que dices que luego resultaron ser "tus amarillos" otros diferentes a los que pensabas que iban a ser.

    ResponderEliminar
  9. Me fue mal mi primera experiencia con este autor pero leída tu reseña tan positiva y otras que he leído, creo que le daré una segunda oportunidad...
    Besos,

    ResponderEliminar

Gracias por tus comentarios y opiniones, para todos tendré respuesta.