La canción de los maoríes, de Sarah Lark

En primer lugar, quiero disculparme con mis compañeros de lectura conjunta por publicar mi reseña hoy y no ayer como estaba estipulado. Habéis sido víctimas de mi desastroso fin de semana y del atropellamiendo de la lectura. Acabé de leer el libro el sábado por la mañana, después de haber estado leyendo el viernes hasta casi las cuatro de la madrugada. Mi primera intención era dejar la reseña escrita para publicarla el domingo desde el móvil, pero me comió el tiempo. Salí de viaje con la reseña aun si escribir, y anoche, cuande llegué a casa y me dispuse a escribirla, el señor blogger no tenía ganas y comenzó a darme el famoso error "404".
En fín, que no me ha sido posible hasta hoy, mil disculpas.



Y ahora al grano. ¡Este libro me ha fascinado!


No sé si era mi necesidad de leer una novela histórica (aunque la propia autora no la considera así), o que simplemente es un dulce de 745 páginas, el caso es que mis espectativas han sido superadas con creces dejándome su lectura un muy buen sabor de boca.


La historia se centra en la vida de dos primas, Elaine y Kura-maro-tini, ésta de origen maorí. (puntualizo esto porque el título de la novela puede llevar a equivoco haciendo pensar al futuro lector que se tratará de una novela que habla de tribus y penetra en las arterias de esta cultura y no es así).
Una de ellas inocente, aniñada y de personalidad débil, la otra arrebatadoramente guapa, ambiciosa, egoísta y pasional.


La belleza de Kura es la causante de los males de Elaine, pues su físico no pasa desapercibido ante los ojos de ningun hombre, ni siquiera del novio de Elaine, que acaba abandonándola para marcharse con su prima. Lo que éste no sabe es que la ambición de Kura estará por encima de cualquier otra cosa que no sea conseguir su meta. Ser cantante de ópera.


Ambas primas se verán inmersas en varias historias de amor, desamor, violencia, traición, ambición, riesgo, huídas y lamentos que culminarán, como es de esperar a lo largo de toda la novela, con un final "previsible".


Ya sabéis que no cosidero mis comentarios sobre los libros que leo reseñas, pues no tengo las artes que creo que son necesarias para reseñar en condiciones, asi que, como acostumbro en estos casos, hablaré de lo que me gusta y lo que no me gusta de "la canción de los maoríes".


Como puntos a favor quiero destacar la agilidad de la lectura, no recuerdo haberme quedado atascada en ningún fragmento o que se me haya hecho pesada la lectura en alguna de sus partes, si bien es cierto que es una novela bastante larga que requiere de mucho tiempo para poder darle buena cuenta.
Las descripciones, tanto de los personajes como de los escenarios están suministradas en su justa media, sin florituras ni enrevesamientos, sutiles, hábiles.
La trama me parece esquisita. He podido ser Elaine, Kura, Florette, James, Jack, Zoé, Emere...
He podido escuchar la llamada del corazón, el piano, La Habanera o Carmen...
Y sobretodo, he podido comprobar que los hombres son así de simples, básicos y brutos desde los tiempos remotos... :) En ocasiones, según iba leyendo sobre alguno de ellos me preguntaba: ¿William?, ¿pero ese no es Antonio? jeje
De forma especial quiero destacar la segunda parte de la novela, pasadas ya las 400 páginas, cuando aparece en escena Tim y su lucha por arreglar el destrozo que su padre tenía en la mina, al cual no llega a tiempo y le sucede lo que le sucede. Esta parte me ha parecido sublime. Tanto la narración como los diálogos han sido trabajados de una forma muy escrupulosa, y esto se ve en las páginas.
Hablando de diálogos, la abundancia de éstos me ha parecido también una buena elección por parte de la autora. Hace que la historia se vea más real y que el lector se vea "involucrado" en esas conversaciones.


Hablemos ahora de los puntos en contra.
El final. No puedes hacer que, después de una historia apasionante que emociona, inquieta y atrapa al lector, el final sea tan previsible.
También he notado varios "errores" o al menos "desajustes" que son reos de la traducción. A veces las traducciones son víctimas de su intencionada perfección.
¿Y los niños que se fueron a ver las ballenas? ¿ésos dónde están? o yo me he perdido algo o se dejaron a los niños olvidados allí y ni los echaron de menos en la casa, ni en la boda ni en ningún lado. No lo entiendo.


En líneas generales, como ya he dicho, me ha encantado. No quiero contar mucho más para no desvelar nada relevante al futuro lector.


Recomiendo esta lectura para todo tipo de lectores, pues creo que tiene los ingredientes necesarios para entretener y emocionar, aunque puede que en algunos momentos le falte acción, está bien sustituída por los diálogos y la abundancia de personajes.

Para serviles